Everyone has a unique story to tell about their journey into the Catholic Church.
The catechumens who attended the diocese’s annual Rite of Election on Sunday, March 9 came from diverse backgrounds and different countries and spoke several languages, but they shared one desire – to become full-fledged members of the faith.
This year, the diocese’s Department of Evangelization split the Rite of Election between two locations – one with Spanish as the primary language at Columbus Our Lady of Guadalupe, Star of the New Evangelization Shrine and one with English as the main language at Columbus St. Thomas More Newman Center near the Ohio State University campus.
At Our Lady of Guadalupe, Star of the New Evangelization, approximately 75 catechumens from six parishes participated in the Rite of Election. Bishop Earl Fernandes served as the principal celebrant for a Mass in Spanish.

At the Mass, catechumens had their names entered into the Book of the Elect and were then declared by the bishop to be part of the elect, who will receive the sacraments of initiation, baptism, confirmation and Holy Communion.
Two of the catechumens in attendance shared a portion of their stories with The Catholic Times.

Manuela Tacubal, 43, is from Guatemala. She was not Catholic and came from another denomination that actively attacked the Church.
She met her fiancé in Ohio, and they fell in love. Her fiancé wished to marry in the Catholic Church, which is the faith he shares with his family.
Manuela was not immediately on board but was open to learning more. They both slowly began to attend a parish and Bible study sessions.
Soon after, she knew she wanted to become Catholic and began her journey through the Order of Christian Instruction for Adults (OCIA). The process has not been easy because her primary language is a native dialect and she reads only a little Spanish, but her OCIA coordinator has used alternative methods to ensure she would learn all of the concepts of the faith.

Santos Rodriguez, 16, is from Mexico. He lost both of his parents at a young age. His older siblings couldn’t take care of him, so his aunt took him in.
Santos suffered bullying when at school, and this only created more problems and trauma for him. After moving in with his aunt, he started to attend Mass regularly with her, and one day during Mass, he felt called to become Catholic (his parents were not Catholic).
At that point, he began attending OCIA prep classes and Bible study. He also volunteers in any parish ministry that allows him.
Catechumens, who have not yet been baptized, and candidates, who have been previously baptized, will enter the Catholic Church at their respective parishes during the Easter Vigil Mass on Holy Saturday, April 19.
The following is Bishop Fernandes’ homily in Spanish presented during the Rite of Election Mass at Our Lady of Guadalupe, Star of the New Evangelization:
Queridos Hermanos en Cristo,
Les doy la bienvenida al Iglesia de Santo Nombre de Jesús en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe para el Rito de Elección de este año. Doy la bienvenida a nuestros catecúmenos, quienes pronto serán llamados “Elegidos”, así como a sus padrinos, familiares y amigos, catequistas y miembros de los equipos RICA parroquiales. Hemos comenzado nuestro camino cuaresmal durante este Año Jubilar en el que somos “peregrinos de esperanza”, y San Pablo nos recuerda que “la esperanza no defrauda”. Nuestros catecúmenos han estado en sus caminos particulares hacia el bautismo y la entrada a la Iglesia mucho antes de esta Cuaresma, pero al poner un pie delante del otro, han llegado a esta etapa de su camino, en la que sus nombres serán inscritos entre los que serán bautizados y recibirán los sacramentos en Pascua.
En Su mensaje para la Cuaresma 2025, el Santo Padre Francisco, reflexionó sobre el viaje de todos nosotros que estamos en el camino juntos y la continua llamada a la conversión. Reflexionó sobre el viaje de los israelitas a través del desierto, y a veces, como su viaje, el nuestro puede estar lleno de dudas y contratiempos. Preguntó: “Cada uno puede preguntarse: ¿cómo me dejo interpelar por esta condición? ¿Estoy realmente en camino o un poco paralizado, estático, con miedo y falta de esperanza; o satisfecho en mi zona de confort? ¿Busco caminos de liberación de las situaciones de pecado y falta de dignidad?”
En segundo lugar, señala que viajamos juntos. La Iglesia está llamada a caminar unida. Los cristianos están llamados a caminar al lado de otros, y nunca como viajeros solitarios. El Espíritu Santo nos impulsa a no permanecer ensimismados, sino a dejarnos a nosotros mismos atrás y seguir caminando hacia Dios y con nuestros hermanos y hermanas. Dios nos pide que comprobemos si en nuestra vida, en nuestras familias, en los lugares donde trabajamos, en las comunidades parroquiales o religiosas, somos capaces de caminar con los demás, de escuchar, de vencer la tentación de encerrarnos en nuestra autoreferencialidad, ocupándonos solamente de nuestras necesidades. Esta es una segunda llamada a la conversión.
En tercer lugar, viajamos juntos en esperanza, y una esperanza que no defrauda. El Papa Benedicto XVI escribió: “el ser humano necesita un amor incondicionado. Necesita esa certeza que le hace decir: “Ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro”. Jesús, nuestro amor y nuestra esperanza, ha resucitado, y vive y reina glorioso. La muerte ha sido transformada en victoria y en esto radica la fe y la esperanza de los cristianos, en la resurrección de Cristo. Esta, entonces, es la tercera llamada a la conversión: una llamada a la esperanza, a confiar en Dios y su gran promesa de vida eterna. Preguntémonos: “¿poseo la convicción de que Dios perdona mis pecados, o me comporto como si pudiera salvarme solo? ¿Anhelo la salvación e invoco la ayuda de Dios para recibirla?”
Han sido llamados aquí precisamente por su esperanza de que la promesa del perdón y, con ella, la salvación, son reales. ¿Pero quién los ha llamado? En primer lugar, es Dios quien los ha llamado. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo quien los elegí a ustedes. También es la Iglesia quien los llama, manifestando su “elección” por Dios en y a través de la Iglesia, no solo a través del Obispo, sino también a través de sus padrinos que testifican en su nombre. Dios los llama a pertenecer a Él a través del bautismo, y nosotros, la Iglesia, la familia de Dios, los llamamos a pertenecer a nuestra familia. Son llamados y elegidos – son elegidos, y en esta elección, ¡solo hay ganadores! A veces, a los Electos también se les llama “co-solicitantes” porque todos juntos piden y aspiren a recibir los tres sacramentos de Cristo y el don del Espíritu Santo. También se les llama los “iluminados” porque el Bautismo mismo se llama Iluminación.
Pero ser llamado y elegido es también ser enviado. Eventualmente serán enviados al mundo para hacer nuevos discípulos, y la preparación para esa misión comienza hoy con un compromiso intenso de tomar en serio la Cuaresma a medida que se acerca la celebración del Misterio Pascual. Significa prepararse para los Escrutinios para ser hallados bien preparados para el viaje de la esclavitud y el pecado a la nueva vida en el Espíritu. Al igual que la Samaritana en el pozo, pueden dejar atrás su cántaro de agua y sus pecados debido a una nueva amistad con Cristo. Al igual que el hombre nacido ciego, pueden dar testimonio de Jesús y decir: “Una vez estuve ciego, pero ahora veo”. Cristo rompe la ceguera del pecado y el error y nos ayuda a ver las cosas a la luz de la fe. Pueden escuchar la voz del Señor que le dijo a Lázaro: “Sal fuera”, y pueden pasar de la muerte a la verdadera vida, debido a la Palabra.
Mis queridos amigos, como su Obispo, quiero decir, junto con sus padrinos, lo orgullosos que estamos de ustedes que han hecho este viaje, algunos a un gran costo personal. Les prometemos nuestras oraciones y apoyo a medida que se acercan a los misterios de la Pascua, y les prometemos que no los abandonaremos. Hoy, los llamamos, los elegimos, los electos en nombre de Dios, quien los ha elegido para ser Sus hijos.
